lunes, 24 de agosto de 2015

De lo bueno y lo malo

Según las cuentas, ya estamos a casi 4 semanas de parir y de cumplir las 40 semanas. Mi doctor dice que voy muy exacta, aunque por mí, entre mas se retrase mejor, y eso lo digo porque mi marido nació el 18 de septiembre y me gustaría que  cada quien tuviera su fecha de cumpleaños por separado, si no qué flojera, y más flojera que mi mamá también es del mismo día, ya sería demasiado ¿no creen?

De lo malo


A tan poco de parir, me encuentro en una fase en que todo los sentimientos se encuentran, estoy entre que emocionada porque se aproxima la llegada de mi hija, pero triste porque presiento que ya nadie me pelará a mí, que todos están a la expectativa de su llegada y que ya no tendré esos momentos de silencio, ni de paz para mí sola; ahora todo girará en torno a la chamaquita, y aunque sé que se lee muy egoísta, piénsenlo, una pasa a tercer plano, porque de aquí en adelante, para toda decisión que  tome, tendré que pensar primero en ella..

Desde que me embaracé no he podido dormir, porque entre que la pipí que no para, lo peor es que no son esas pipís de cuando te aguantas que son abundantes y largas, no, son pequeñas y continuas, al salir hay que ir al baño, al llegar hay que ir al baño. A estas alturas ya me tiembla el ojo izquierdo por la falta de descanso, y eso que no estoy trabajando tanto, o bueno no tengo que atender un horario. Y aunque todo el mundo lo primero que te recomienda es que duermas, es un verdadero mito, pues no puedes por todo lo que acabo de explicar. Ya cuando me lo dicen sólo sonrío amablemente y por dentro si les ando mentando la madre, porque es una vil mentira que solo me lleva a preguntarme ¿cómo le habrán hecho ellas? ¿se colocaban una sonda?

Además, tengo un hombre que su problema no es el del dormir y pocas veces ha tenido insomnio, él dice "ya me voy a dormir" y como magia duerme. Pero eso sí, despertar le cuesta muchísimo, entonces opta por programar su alarma como una o dos horas antes de la hora y su alarma a sonar, despertándome, y ya para que me vuelva a dormir, está cañón. Eso ha causado que me de gripa por tercera vez y esta última vez se complicó, así que me tuvieron que dar un antibiótico leve para que no afecte a mi hija, y claro aplicando también remedios caseros, como tomar mucha agua, hacerme jugos por la mañana, comiendo calditos de pollo y cuidándome mucho de no salir a la calle cuando hace mucho aire y si no hay de otra, saliendo muy bien tapadita.

De la mitad para acá he andado de lo mas "horny", pero a estas últimas fechas mi marido anda de lo mas estresado, pues quiere tener todo listo para la llegada de la chamaquita; y no lo culpo, la verdad es que se agradece tener un marido preocupado por el bienestar de su familia, él quiere que en la oficina todo quede listo para que después del nacimiento no lo estén llamando por cosas sin importancia y para tener todo el tiempo para su hija. También le preocupa que si la cuna, la silla y todo el mobiliario que necesita su hija para su llegada.

Últimamente el pobre anda de un chillón que nadie se la cree, bueno ¡ni él mismo!, en serio imparable. El otro día veíamos un documental en Netflix de la BBC que se llama "Secret Life of Babies", el cual les recomiendo bastante porque está muy interesante. En él se habla sobre lo resistentes que pueden ser los bebés a una edad muy temprana, antes de los dos años, y de cómo van conociendo el mundo desde su nacimiento. También  presentan varios casos donde los bebés salieron ilesos de varias cuestiones; bueno, pues fue en uno de esos casos en donde él comenzó a llorar.

También  traigo un dolorón de espalda que en ciertas posiciones no se calma, si estoy demasiado tiempo sentada, se intensifica, al igual si estoy mucho tiempo parada también duele y a eso agreguen un dolor de pies tremendo, así que es un show encontrar una posición cómoda, hay momentos en que ni siquiera logro encontrar una posición para dormir a gusto. Lo que he aplicado son ciertas posiciones de yoga y ejercicios con los que mi marido me ayuda y con eso mi cuerpo descansa un poco.

De lo bueno


Eso sí, agradezco que los primeros meses de mi embarazo todo fue lindo y las vibras de la gente cercana fueron lo máximo. No me dieron ascos, no tuve mareos, ni desmayos, en general no tuve malestares, a penas se notaba mi pancita, y ya como a la semana 20 se empezó a notar.

Mi piel ha dado de sí bastante bien y aunque sí me he puesto todo tipo de productos antiestrías no me ha salido ninguna ni en el abdomen ni en las caderas, piernas y pompis.

Mi ombligo ha permanecido en su lugar y no se ha botado; está estirado como todo el abdomen pero no se ha botado, y por lo menos al ponerme ropa ajustada no se ve ese bultito que algunas se le ve cuando su ombligo se bota.

En cuestiones hormonales, creo y por lo que dice la gente a mi alrededor, que mi humor ha estado en general estable. Claro que he tenido mis episodios chillones, melancólicos, pero creo han sido pocos, y  aunque sí se salta la hormona, una siempre se da cuenta cuando es hormonal o cuando no y creo que por lo menos no he armado dramas innecesarios y eso es bueno.

Al principio, como durante los primeros 2 meses, se me caía el pelo de una manera que creía que al final del embarazo iba a recibir a mi hija totalmente pelona, pues llegue a tapar mi coladera de tanto pelo que se me caía, pero ahora es mínimo lo que se ha caído y mi cabellera está de lo más brillosa y bonita.

Hasta el momento no se me han hinchado los pies, mis pies siempre han sido muy flacos tanto que mis venas se notan a simple vista. Pero mis pies y piernas han estado en su estado natural y sin hincharse, y aunque de repente se cansan,  no se han puesto gordos.

Solamente he sentido un poco entumidas las manos pero muy poco, me contaba una prima que a ella se le entumieron tanto las manos que no podía abrir las llaves de la regadera, pero yo no he llegado a tales extremos.

Pero lo mas importante es que a mis 38 años y a pocas semanas de parir, he podido seguir haciendo mi vida normal, mi embarazo no ha tenido complicaciones, la bebé está creciendo conforme a lo "normal", su desarrollo no ha tenido ninguna complicación, y lo mas importante es que se ha disfrutado completamente, con risas y con llantos, pero lo más padre es que ha sido con más risas que otra cosa.

Me la he llevado tranquila, leyendo mucho, asistiendo a clases, preguntando y hasta, por qué no, pidiendo opiniones y quedándome con lo que para mí es importante.


Ya les contaré cómo me va pariendo... mientras tanto, aquí andamos.