miércoles, 4 de noviembre de 2015

¡Ya somos papás!

Y llegó Valentina con todo, después de que creíamos que no llegaba por andar queriendola adelantar, llegó en el tiempo que tenía que llegar y no saben la emoción de conocerla de verla y verla completa y sana.

Todo empezó el 20 de septiembre, justo cuando cumplía las 40 semanas. Por la noche tuve un sangrado considerable que cuando lo vi creí que algo estaba mal y obvio me asuste. Le empecé a llamar al celular a mi doctor y nada, no me contestaba. Ya se imaginarán el estrés.  Resultó que tenía mal el número, total que hasta eso me agilicé y rectifiqué el número y por fin me respondió con un mensaje, ese sangrado que tenía fue que estaba arrojando el tapón.

Me dijo duérmete, descansa cosa que leí y no hice caso... esa noche no dormí muy bien de la emoción de que estaba iniciando labor, al día siguiente, que era lunes, tenía agendada una cita por si no llegaba antes mi bebé, pero ese domingo decidí que no iría el lunes con el doctor, pues ya me había dicho qué tenía.

Llegó el lunes, ese día lo había planeado para echarme todo el día frente al televisor, pues no había tenido la mejor noche, pero que me hablan del consultorio para preguntarme si iba a ir a mi consulta; todavía la descarada de mi, le contestó a la doctora "ayer hablé con mi doctor y creí que ya no era necesario ir" jaja…  total que me dicen "pues vente de todos modos a revisión" Me metí a bañar, en friega me arreglé, tomé mi Uber y me lancé al hospital, llegué y me recibió otra doctora. Me revisó, me hizo tacto, me acomodó no sé qué y todavía me dijo “si ves que tus contracciones se regulan, háblame”y me dio su número celular. Yo todavía le hablé a Iván para platicarle cómo me había ido, obvio él me escribía por el Whatsapp emocionado para saber si esa era la fecha.

Me espere todavía en el hospital para poder pedir mi Uber pues mi esposo lo había tomado para ir a una cita y a su oficina, así que me quedé ahí un rato mientras platicaba con gente que preguntaba el famoso "cómo vas"

Total que pedí mi Uber, llegó y nos fuimos a la oficina de "Corazón" (así le decimos al marido, por cierto) pero en el camino me entran unas fuertes ganas de hacer pipí y yo trepada en el auto, a una cuadra de la oficina. Ya no podía, había un tráfico denso y para acabarla, un policía delante dirigiendo el tráfico y nosotros sin poder avanzar. Total que llegamos justo donde estaba el policía, ahí me tienen sacando la cabeza de la ventana, y gritándole al policía "déjeme pasar, que vengo embarazada y requiero ir a mi casa" jajaja… él policía todavía me ve y me pregunta "¿necesita una ambulancia?" y yo "NO, déjeme pasar" tal cual embarazada loca.

Yo mientras hablándole a corazón para que mandara a alguien a abrir la puerta de la calle y poder entrar mucho más rápido a las oficinas. No saben el descanso de poder llegar, sentarme y hacer mi necesidad.

Tuve que esperar a que Corazón terminara algunos pendientes y de ahí nos fuimos a comer. Nos decidimos por un lugar cerca que estuviera rico. Así que optamos por el Maque. Me pedí super pasta y súper postre que fue un strudel de manzana con helado de vainilla. ¡Ya sé! la gorda en atasque, miren que pensé que ya no volvería a comer… y ahí inició el showcito de las contracciones, que no son otra cosa que unos buenos cólicos. Así que le escribí a mi doctora dándole el tiempo de cada contracción. 

Los ilusos queríamos pasar por Lola para llevarla a la oficina (lola es una perrita chichuahua que tenemos y tratamos como si fuera nuestra primer hija) y recoger algunas cosas de ropa para cambiarnos, pero obvio para cuando terminamos de pagar la cuenta del restaurant yo ya estaba en llamas con mis contracciones, así que de ahí regresamos a la oficina por el coche y nos dirigimos al hospital: en el camino le escribí a la doctora, quien me respondió "Pues te cuento que tú bebé sí va a nacer hoy" yo todavía le respondí "súper". 

Llegue a los consultorios, avisamos y salió Violeta, la enfermera con una silla de ruedas y me llevó a la sala de parto. También le avisamos a la Doula que ya estábamos ahí, le pedimos a mi hermano que pasara por Lola y que le trajera ropa a Corazón, porque a mí, que había preparado la famosa maleta para el hospital, se me habían olvidado varias cosas, entre ellas ropa cómoda para el marido, ¡ups!

Llegaron varias enfermeras y un doctor de planta bastante joven a realizarme varias preguntas, en el momento me chocó pero ya después lo perdonamos. También pasó mi doctora a saludarme y a revisarme. Empezaba a anochecer y mis contracciones eran seguiditas, seguiditas. Me ayudaron con posiciones, pero no cedían, me metí a bañar con agua calientita y eso ayudo muchisimo. En ese momento llegó mi doula y me colocó en varias posiciones que ayudaban momentáneamente.

Lo mejor de todo, o no sé, fue cuando llegó un doctor al cual no conocía, pues mis contracciones eran muy seguidas y dolorosas en la parte baja de la espalda. Pues bueno, entra este hombre grande, barbado, con unos ojazos, con unas grandes manos, o sea, qué les digo: guapisimo, pero guapísimo, no sé si eran los químicos que mi cuerpo estaba generando o ya mis dolores me estaban nublando la vista, pero les juro que era una cosa hecha a mano, y aparte yo acá en plenas contracciones y el oscultándome ¡Dios! y mi marido junto de mí… Lo bueno fue que el bendito doctor se fue y nunca más regresó. El momento incomodo.

Perdí la noción del tiempo y sólo veía que ya era de noche. Comencé a llorar porque ya no podía más con los dolores y de plano le dije a la doula que le llamará al anestesiólogo para que ya parara ese dolor. Eso sí, ella muy tranquila me dijo "si te anestesian no pasa nada, será natural, pero no será en agua” cosa que me dejó pensando. La doula se fue y regresó con mi doctor, en cuanto lo vi, me dio una tranquilidad bárbara. Me sentaron en la famosa silla maya, se colocó frente a mi y comenzó hablarme con su voz toda tranquila y me dijo cómo respirar ahora, tanto me tranquilizó el verlo que de tener una dilatación de 5 cm, se convirtió en cuestión de segundos en una de 10 cm. En ese momento mi doctor me preguntó "¿quieres que nos vayamos al agua?" yo sólo asentí.

Y ahí inició todo; entramos a la tina Corazón y yo, él sosteniéndome la espalda y abrazándome, y por fuera, estaban mi doctor, mi otra doctora que monitoreaba a mi bebé, dos enfermeras, el pediatra y la doula, y ahí vino lo mejor… ¡a pujar se ha dicho!

Fue largo, pues la bebé llegaba y se regresaba, y así como 4 veces, hasta que ya en mi pensamiento llegó el "tiene que salir, porque tiene que salir y porque yo así lo quiero" y con todas mis fuerzas y gracias a que mi doula ideó que me agarrara de un rebozo que ella sostenía del otro lado, fue que por fin salió Valentina. No saben la experiencia maravillosa, me la pasaron con sus ojos abiertos y en ese momento llorábamos Corazón y yo de felicidad. Empezamos a llamarle por su nombre y mi bebé nos buscaba con la mirada; maravilloso, les digo.

Estuvimos ahí viéndonos mutuamente, admirandola nosotros y no sé si ella a nosotros también, pero el verla, el sentirla fue increíble. Corazón hizo el respectivo corte del cordón umbilical, el pediatra tomó a la bebé y se fue con corazón a revisarla mientras a mí me pasaron a una cama, me limpiaron, las enfermeras me vendaron bien apretadito el vientre y con toda la adrenalina y la felicidad que había en mi cuerpo, el cansancio se me olvidó. Empezamos a hacer bromas con el doctor, pues le conté lo de su número equivocado, todos reíamos, me pasaron a mi bebé, me la pegué al pecho y hasta fotos nos tomamos con el equipo que ayudó a traer a Valentina al mundo.

Ahora les explico, mi parto fue así de doloroso y largo porque esta chamaquita venía en posterior, con su manita en la cabeza y con el cordón enrollado en la cintura, cosa que hacía que llegará y se regresara, es por eso que los intentos de sacarla fueron varios y aunque en momentos me explicaban, yo en mi trance de parto no tenía cabeza para pensar y sólo tenía en mente que yo quería tener a mi bebé naturalmente sin ningún tipo de intervención, sin ningún tipo de químico en mi cuerpo más que el que este produjera naturalmente.

Según me dicen los doctores, este tipo de parto es de los partos mas difíciles por como venia la chamaquita, pero sin embargo se logró tal y como yo lo quería. En todo momento la doctora monitoreó a la bebé para asegurarse de que ella no sufriera. También recuerdo que fue una acupunturista para ver si la podía girar, y creó que aunque sí lo logró un poco pero no del todo,  finalmente sí ayudó en algo.

Claro que yo al saber todo esto me senti toda una super poderosa mujer, la más chingona de chingonas, porque además no me hicieron episiotomía y no me desgarré gracias a que mi doctor me cuidó.

La atención del hospital fue excelente, pues todos me atendieron muy amables y en todo momento me dijeron cuál era mi estado. Siempre hubo una enfermera y un doctor supervisándome. Después me enteré que ese día operaban a mi doctor, de hecho cuando llegó vi que estaba canalizado, y resultó que era porque ese día lo operaban en la mañana. La chamaquita llegó a las 12:44 am y ahí estaba él conmigo, atendiendome tal y como lo prometió.

No hay mayor felicidad que la de ver y saber que mi hija está sana, completa y que llegó cuando tenía que llegar.


Esta historia continúa...

martes, 29 de septiembre de 2015

En las ultimas

Pues sí, chicas, ya estamos en los últimos días de este embarazo e Iván y yo ya estamos esperando ansiosamente a nuestra hija.

El 3 de septiembre fuimos al doctor y como siempre, nos dijo que todo estaba muy bien, pero cuando empezó a revisar su posición, nos dijo que ya estaba lista y que a más tardar en unos 3 - 4 días ya estaríamos pariendo. Yo me emocioné porque ya me veía entrando en mi estado animal y porque por fin terminaría con tanto achaque de no dormir, el entumecimiento de manos y porque ¡ya por fin conocería a mi hija! 

Iván entró en shock pues empezó a estresarse por todos los pagos que tenía que realizar, lo que faltaba del hospital, el pediatra, los tamices, la perforación de orejas de la nena, los aretes, en fin ¡ya se imaginarán!

El problema de este hombre es que cuando se estresa deja de comunicarse y crea un mundo aparte. Al principio lo ignoré, pero como se iba poniendo peor, al siguiente día me contagió y ya en casa se armó la rebambaramba y obvio discutimos porque él estaba en su mundo de preocupación y yo preocupándome porque nuestra hija no naciera el 15, en pleno grito de independencia. Resultó que su compañía había dejado de pagarles a los empleados, e Iván traía ese pendiente atorado porque no salían los pagos, de lo cual yo no estaba ni enterada; para mí lo que pasaba era que no quería conocer a su hija. Bueno, un verdadero drama en mi cabeza…

Pasaron los días y aunque lo platicamos, yo inicié una serie de intentos desafortunados para que esta niña naciera; tomar té de canela, tener relaciones, chocolate con canela, panes con canela, tomar agua de coco que me recomendó la doula y nada… no pasaba nada. Además, como mi emoción era muy grande, les avisé a familiares y amigos cercanos que esta niña nacería en esa semana. Claro está que siendo la primera nieta, todos estaban a la expectativa y diario recibía alguna llamada o mensaje de alguien, preguntando “¿ya? ¿ya nació?” Ya para el jueves era un verdadero estrés porque esta niña no se dignaba a salir.

Ese día en la noche estallé en un llanto interminable porque no entendía porque no nacía, y entre tantas llamadas e intentos para animarla a nacer, no pasaba nada; bueno, ni contracciones sentía.

Platiqué con mi doula y me dijo algo muy cierto "por más intentos que hagas, la bebé nacerá cuando tenga que nacer" y fue ahí que me cayó el veinte. Esa misma noche, Iván, que ya estaba mucho menos estresado porque ya tenía fechas de pagos y se sentía más seguro,  me empezó a dar seguridad y a decirme que no me preocupara, repitiéndome lo mismo que me decía la doula. Esa noche le escribí a mi hermano y a mi cuñada que estaba estresada y que no molestaran (claro con un lenguaje más amigable) Apagué todas las notificaciones del celular, y decidí no entrar a Facebook. No contesté mensajes de ningún tipo, ni las llamadas de gente que sabía que llamaba para preguntar; me fui a visitar a Iván a su oficina, me compre una revista, me lleve mi laptop y aunque sus empleados me preguntaban por la bebé, todos fueron breves y también platicábamos de trivialidades. También estudié un poco y vi otro panorama.

Por la noche también salí de mi casa; invite a Iván al cine, comimos helado, me relajé y no pensé más en el tema.

El sábado me fui al centro a comer con mi hermano y unos amigos, fuimos a Azul Histórico (muy recomendable por cierto) que es un lugar muy lindo en donde hay varias tienditas de diseñadores mexicanos, aunque no compramos nada porque todo está carísimo. Me queda claro que es un lugar para turistas pues un vaso de peltre te lo venden en 40 pesos, cuando esas cosas valen como 10 pesos… en fin.

El domingo nos fuimos otra vez al cine y disfrutamos nuestro tiempo como pareja, y el lunes volvimos a ver al doctor quien nos confirmó que no se veía algún avance, pero que todo seguía en total normalidad.

Después de mi estrés y mis intentos, estoy clara de que no es cuando una quiera, es cuando la beba decida. Obvio yo ya la quiero conocer y bueno, ¡Iván muere por verla! pero será para cuando ella elija. El 20 de septiembre es cuando cumplo mi semana 40, así que esperemos que sea por esos días, pero ella sabrá.


Seguiremos informando...


lunes, 24 de agosto de 2015

De lo bueno y lo malo

Según las cuentas, ya estamos a casi 4 semanas de parir y de cumplir las 40 semanas. Mi doctor dice que voy muy exacta, aunque por mí, entre mas se retrase mejor, y eso lo digo porque mi marido nació el 18 de septiembre y me gustaría que  cada quien tuviera su fecha de cumpleaños por separado, si no qué flojera, y más flojera que mi mamá también es del mismo día, ya sería demasiado ¿no creen?

De lo malo


A tan poco de parir, me encuentro en una fase en que todo los sentimientos se encuentran, estoy entre que emocionada porque se aproxima la llegada de mi hija, pero triste porque presiento que ya nadie me pelará a mí, que todos están a la expectativa de su llegada y que ya no tendré esos momentos de silencio, ni de paz para mí sola; ahora todo girará en torno a la chamaquita, y aunque sé que se lee muy egoísta, piénsenlo, una pasa a tercer plano, porque de aquí en adelante, para toda decisión que  tome, tendré que pensar primero en ella..

Desde que me embaracé no he podido dormir, porque entre que la pipí que no para, lo peor es que no son esas pipís de cuando te aguantas que son abundantes y largas, no, son pequeñas y continuas, al salir hay que ir al baño, al llegar hay que ir al baño. A estas alturas ya me tiembla el ojo izquierdo por la falta de descanso, y eso que no estoy trabajando tanto, o bueno no tengo que atender un horario. Y aunque todo el mundo lo primero que te recomienda es que duermas, es un verdadero mito, pues no puedes por todo lo que acabo de explicar. Ya cuando me lo dicen sólo sonrío amablemente y por dentro si les ando mentando la madre, porque es una vil mentira que solo me lleva a preguntarme ¿cómo le habrán hecho ellas? ¿se colocaban una sonda?

Además, tengo un hombre que su problema no es el del dormir y pocas veces ha tenido insomnio, él dice "ya me voy a dormir" y como magia duerme. Pero eso sí, despertar le cuesta muchísimo, entonces opta por programar su alarma como una o dos horas antes de la hora y su alarma a sonar, despertándome, y ya para que me vuelva a dormir, está cañón. Eso ha causado que me de gripa por tercera vez y esta última vez se complicó, así que me tuvieron que dar un antibiótico leve para que no afecte a mi hija, y claro aplicando también remedios caseros, como tomar mucha agua, hacerme jugos por la mañana, comiendo calditos de pollo y cuidándome mucho de no salir a la calle cuando hace mucho aire y si no hay de otra, saliendo muy bien tapadita.

De la mitad para acá he andado de lo mas "horny", pero a estas últimas fechas mi marido anda de lo mas estresado, pues quiere tener todo listo para la llegada de la chamaquita; y no lo culpo, la verdad es que se agradece tener un marido preocupado por el bienestar de su familia, él quiere que en la oficina todo quede listo para que después del nacimiento no lo estén llamando por cosas sin importancia y para tener todo el tiempo para su hija. También le preocupa que si la cuna, la silla y todo el mobiliario que necesita su hija para su llegada.

Últimamente el pobre anda de un chillón que nadie se la cree, bueno ¡ni él mismo!, en serio imparable. El otro día veíamos un documental en Netflix de la BBC que se llama "Secret Life of Babies", el cual les recomiendo bastante porque está muy interesante. En él se habla sobre lo resistentes que pueden ser los bebés a una edad muy temprana, antes de los dos años, y de cómo van conociendo el mundo desde su nacimiento. También  presentan varios casos donde los bebés salieron ilesos de varias cuestiones; bueno, pues fue en uno de esos casos en donde él comenzó a llorar.

También  traigo un dolorón de espalda que en ciertas posiciones no se calma, si estoy demasiado tiempo sentada, se intensifica, al igual si estoy mucho tiempo parada también duele y a eso agreguen un dolor de pies tremendo, así que es un show encontrar una posición cómoda, hay momentos en que ni siquiera logro encontrar una posición para dormir a gusto. Lo que he aplicado son ciertas posiciones de yoga y ejercicios con los que mi marido me ayuda y con eso mi cuerpo descansa un poco.

De lo bueno


Eso sí, agradezco que los primeros meses de mi embarazo todo fue lindo y las vibras de la gente cercana fueron lo máximo. No me dieron ascos, no tuve mareos, ni desmayos, en general no tuve malestares, a penas se notaba mi pancita, y ya como a la semana 20 se empezó a notar.

Mi piel ha dado de sí bastante bien y aunque sí me he puesto todo tipo de productos antiestrías no me ha salido ninguna ni en el abdomen ni en las caderas, piernas y pompis.

Mi ombligo ha permanecido en su lugar y no se ha botado; está estirado como todo el abdomen pero no se ha botado, y por lo menos al ponerme ropa ajustada no se ve ese bultito que algunas se le ve cuando su ombligo se bota.

En cuestiones hormonales, creo y por lo que dice la gente a mi alrededor, que mi humor ha estado en general estable. Claro que he tenido mis episodios chillones, melancólicos, pero creo han sido pocos, y  aunque sí se salta la hormona, una siempre se da cuenta cuando es hormonal o cuando no y creo que por lo menos no he armado dramas innecesarios y eso es bueno.

Al principio, como durante los primeros 2 meses, se me caía el pelo de una manera que creía que al final del embarazo iba a recibir a mi hija totalmente pelona, pues llegue a tapar mi coladera de tanto pelo que se me caía, pero ahora es mínimo lo que se ha caído y mi cabellera está de lo más brillosa y bonita.

Hasta el momento no se me han hinchado los pies, mis pies siempre han sido muy flacos tanto que mis venas se notan a simple vista. Pero mis pies y piernas han estado en su estado natural y sin hincharse, y aunque de repente se cansan,  no se han puesto gordos.

Solamente he sentido un poco entumidas las manos pero muy poco, me contaba una prima que a ella se le entumieron tanto las manos que no podía abrir las llaves de la regadera, pero yo no he llegado a tales extremos.

Pero lo mas importante es que a mis 38 años y a pocas semanas de parir, he podido seguir haciendo mi vida normal, mi embarazo no ha tenido complicaciones, la bebé está creciendo conforme a lo "normal", su desarrollo no ha tenido ninguna complicación, y lo mas importante es que se ha disfrutado completamente, con risas y con llantos, pero lo más padre es que ha sido con más risas que otra cosa.

Me la he llevado tranquila, leyendo mucho, asistiendo a clases, preguntando y hasta, por qué no, pidiendo opiniones y quedándome con lo que para mí es importante.


Ya les contaré cómo me va pariendo... mientras tanto, aquí andamos.


lunes, 27 de julio de 2015

¿¡Cómo!? ¿¡vas a parir natural!?

parto humanizado
Sí 

¿Pero con epidural, no? No, amiga, así al natural.

Es sorprendente como a muchas personas les asombra el que una quiera parir al natural y sin anestesias, vivimos en un mundo demasiado industrializado y lo peor en cuestiones de parto es que quienes dirigen este mundo del parto y de los  bebés son hombres, hombres que no entienden lo que es tener un bebé que va creciendo dentro de una, en una matriz y que esto hace que haya un gran vinculo con la mamá.

En México tenemos un gran problema, pues la mayoría de los nacimientos son por cesárea. Y es que imagínense que cómodo para los médicos tener bien agendadas a sus pacientes y que las puedan programar para no tener que estar trabajando a deshoras ni por tanto tiempo y además cobrar muy buenos honorarios. Esto muchas veces nos ha quitado nuestro poder de parir a nuestros hijos bajo nuestras reglas y solicitudes. Porque si ya dimos vida dentro de nuestro cuerpo, por qué no poder parir a nuestra conveniencia y a nuestra manera. Si en la mayoría de los casos concebimos a nuestra manera y a nuestro antojo, por qué un médico hombre nos va a decir cómo parir.

Creo que es de suma importancia informarnos sobre nuestras opciones a la hora de parir, más cuando no tienes ningún tipo de complicación el parir naturalmente. Como la palabra lo dice, es como se ha venido haciendo desde hace mucho tiempo, antes de la existencia de toda la tecnología que nos rodea, y no es por descalificarla, porque también es cierto que las cesáreas han ayudado a muchos bebés y mujeres a vivir cuando llegan a haber complicaciones en el parto natural.

 El otro día a Iván, platicando con sus amigos, le preguntaron para qué fecha estaba programado el nacimiento de nuestra hija, a lo cual él contesto que no sabíamos, que la esperábamos para entre el 19 y 22 de septiembre; todos se sorprendieron y al unísono preguntaron que si iba a parir natural, él respondió que sí. Se burlaron como nunca, le dijeron que ya estábamos en el siglo XXI, que en qué mundo vivíamos, que si lo íbamos hacer en casa, que si estábamos locos, que si ya sabíamos las posibles consecuencias de hacerlo así. Iván solo sonreía y los ignoraba.

Muchas personas creen que el parir de forma natural es peligroso tanto para el bebé como para la mamá; y sí, pueden existir complicaciones, pero entre más informada estés será mucho mejor. No es como que una llegue, puje y salga la criatura. Se tiene una que preparar cuidar alimentación pues no pues entre mas kilos tengas mas difícil será parir, e informarse siempre informarse, porque finalmente una no tiene un titulo médico pero eso no quiere decir que dejaras todo en manos de él, pues es bien cierto que cuando concebimos lo hicimos sin ayuda de nadie mas que del papá y la mamá.

Siempre he creído que para cualquier cambio uno debe de informarse.  Y por eso el miércoles 8 de julio empece mis cursos de psicoprofilaxis, donde he aprendido mucho. Ahí nos hablan mucho de temas y también mucho de pareja, pues es quien está involucrado con la madre desde el primer momento de concepción y además, como decía la instructora, en estos tiempos hay más hombres involucrados que en las épocas de nuestras mamás. Además, en estos cursos convives con otras mujeres que están en la misma situación que tú y puedes compartir experiencias y no sentirte sola en esta etapa de dar vida. Lo más importante es que te llenas de información y no de ideas que la gente te cuenta y que son sin fundamento, y tampoco te creas ideas por andar investigando en google, ¡maldito google!, que por cierto ya me andaba dando miedo esto de parir pues ahí encontré que existían partos de 24 horas y bueno, ya me veía yo pujando 24 horas seguidas sin que el crío saliera, ¡pero no! muchachas, eso no sucede no se asusten como yo; en mi curso me explicaron que eso de las 24 horas se refiere a tomar en cuenta desde los primeros indicios de que vas a parir y obviamente los dolores de parto no son tan intensos como los del final. En este tipo de cursos también te enseñan varias técnicas como masajes, respiraciones y maneras de pujar para tener un parto mas suave y no tan hórrido como la mayoría de la gente te lo pinta.

Y aunque en México en la mayoría de los hospitales particulares los médicos te programan para una cesárea, también ya hay varios doctores que están en pro de un parto natural que ahora se conoce como un “parto humanizado”, pues es un parto en donde tu fijas las reglas, en donde se han creado salas de parto mucho mas cálidas, en donde puedes caminar y no tienes que estar atada en una cama en una posición vertical, que es bastante incómoda para parir, causando diferentes molestias para la mamá. En estas salas también hay tinas donde puedes sumergirte en agua calientita, en donde hasta tienen pelotas tipo las que se usan pilates, en donde te puedes sentar y descansar la espalda. Y lo mejor es que pueden estar contigo tu pareja, tu doula en caso de que la requieras y el doctor para ayudarte a parir. Eso sí, todo esto que platico puede ser siempre y cuando lo planees así con tu medico, con tu pareja y que el hospital que escojas te pueda brindar este tipo de sala para parir. 

Nosotros nos decidimos a tener a nuestra primer hija en parto natural por varias razones que aquí les cuento. Como ya les había comentado, nunca he tenido una intervención quirúrgica y preferiría no tenerla. En segunda soy de la opinión de que entre menos medicamento mejor, al tener una cesárea se requieren anestesias y medicamentos para aliviar dolores; tercera me gustaría estar consciente para tener ese encuentro entre mi bebé y yo y algo super importante para mí es que si su papá estuvo involucrado en el momento de su concepción, también lo esté en el momento de su nacimiento. Aparte de que la conexión que existe entre el bebé y los padres es enorme. 

Es por eso que me interesé en el tema, me informé, pregunté y además de tomar mi cursito he estado leyendo y les comparto estos dos libros que a mi me han ayudado mucho a convencerme más sobre mi decisión. Uno de ellos es de Laura Gutman, "La maternidad y el encuentro con la propia sombra" y "Opciones de un parto suave" de Barbara Harper ;este último trae varios datos históricos sobre la evolución de los partos en el mundo. Los dos yo los encontré en iBooks y están buenísimos, pues te explican varias cosas;digo, como todo en la vida hay cosas que tomas al 100% y otras que sólo tomas lo que a ti te funciona y te gusta.

Lo que he aprendido mucho en mi etapa de embarazo es que no todos los embarazos son iguales, que no debemos de juzgar a nadie y que los consejos que todos están dispuestos a darte, los tomas o los dejas dependiendo de si van contigo o no, y que al final somos animales y que los instintos animales que tenemos son en los que debemos confiar, y hurgarnos en el interior para saber si vamos en el camino correcto.

Yo les comparto esto que a mí se me hace muy importante, pero vuelvo a repetir, cada quien puede hacer lo que crea que es lo mejor.


¿Ustedes que opinan?

viernes, 26 de junio de 2015

Musicalizando la vida desde el vientre

Desde que tengo memoria, recuerdo aquellos viajes largos que hacíamos con mi familia, y a mi papá, quien estaba al mando del volante, siempre musicalizando el trayecto. Así conocí a los Rolling Stones a Led Zeppelin, Ottawan, El Tri (cuando cantaba en inglés) esos son a quienes mas recuerdo, había otros más que la verdad no llegan a mi mente en este momento.

Crecí en una ciudad muy pequeñita llamada Lázaro Cardenas en el estado de Michoacán, era un lugar tan pequeño e insignificante que no había mucho que hacer, así que algunos domingos íbamos a la playa, cosa no muy frecuente pues a mi mamá no le gustaba, pero cuando no paseábamos por la playa, nos íbamos a la Pérgola, así se le conoce al centro de la ciudad. Alrededor de esta plaza o Pérgola había varios locales; el de las paletas, algunos restaurancitos y una gran tienda de revistas y discos LP. Sí, notese mi edad con eso de los discos LP, así que mi papá nos llevaba ahí a mis hermanos y a mí y había domingos en que nos dejaba escoger una revista o un disco, así que aprovechábamos para comprar historietas de la Pequeña Lulú o Archie y por qué no, un buen disquito de música. Creo que eso influyó bastante para que mi hermano y yo seamos tan musicales.

Aunque también hay que agradecerle a mi mamá, porque fue ella quien me llevo desde muy pequeña a conciertos cuando veníamos de vacaciones a la Ciudad de México, siempre buscaba algún concierto de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México para escuchar música clásica en vivo, además de que de pequeños los fines de semana mi mamá osaba despertarnos con música clásica a todo volumen, cosa que en mi infancia no me gustaba mucho, pero que con el tiempo fui extrañando.

Mi primer concierto fue a mis 13 años de edad y fui a la Ciudad de Morelia a ver a Alejandra Guzmán e invité a mi mejor amiga de la primaria, aunque para ese entonces ya íbamos en secundaria. Nos acompañó mi hermano Adolfo, era demasiada nuestra emoción; cantar todas las canciones y gritar como locas por esa artista.

Desde siempre, la música ha sido elemental para mi vida diaria. Desde que me subo al carro, si hay mucho tráfico, pongo música para que me sea leve el viaje. Cuando trabajo me gusta hacerlo con música y durante mucho tiempo cuando era soltera y trabajadora "Godín", gastaba todas mis quincenas en comprar CDs o boletos para asistir a algún concierto, de hecho hubo un tiempo en que trabaje en Ticketmaster y bueno, era la más feliz, pues regalaban boletos para ir a conciertos y como ya sabrán, asistía a cuanto pudiera.

Así pues, en mi vida la música ha sido muy importante y siempre me ha traído buenos recuerdos, y esto es algo que también me gustaría fomentar en mi hija. Alguna vez vi un documental donde se hablaba de la importancia de la música en la vida de los niños, en general de todo tipo de música rítmica (no estamos hablando de música tipo reggeaton ni mucho menos de banda) en el documental se explicaba cómo esto aumentaba la inteligencia en los niños que escuchaban música sobre la de aquellos que no y se me quedó grabado.

Entre la semana 14 y 15 es cuando los bebés ya tienen desarrollado el oído y se podría decir que ya escuchan sonidos del exterior, así que yo empece a ponerle música desde la semana 20, un poquito tarde, pero procuro por lo menos cada fin de semana colocar los audífonos en el vientre. La primera vez que lo hice me llenó de emoción, pues mi vientre se movía en todas direcciones y fue bastante divertido, además le cantaba, así que de verdad sentía mucha emoción con mi marido al lado y los dos con las manos puesta en mi panza.

La primera vez que lo hice fue buscando música en Spotify o en YouTube, pero teniendo a mi hermano Adolfo le pedí que me armara un playlist especial para Valentina y bueno, se las comparto. Está un poco variadita, pero hay que tener de todo en esta vida.


Aquí se las dejo, espero les guste...

https://open.spotify.com/user/maravert/playlist/16UQOdwVHlo6AppF19VihG




lunes, 15 de junio de 2015

Los buenos deseos

Pues sí, muchas personas al verte te dan sus "buenos deseos".

Te llenan de consejos, de sus experiencias, de anécdotas que a veces no sabe una como nueva qué hacer con ellas. En esta semana, como ya se empieza a notar mas mi panza, la gente que me ve me llena de sus anécdotas, pero sus experiencias a veces no son tan buenas y otras sí ayudan, así que una va escuchando lo que se le presenta, pero a veces no es bueno tomar todo lo que te dicen.

La semana pasada fuimos al cumpleaños 40 de una muy querida amiga, aun sabiendo que no conocíamos a nadie, pues aunque soy su amiga, no conozco mucho su mundo y mucho menos a sus amigos más cercanos, y de los que conocía nadie iba asistir a dicho evento. La filosofía que seguimos mi marido y yo es siempre hacer platica con la gente, integrarnos y conocer nuevos mundos, así pues fuimos al evento y sí, no conocíamos a nadie. Por ahí vi una carita familiar que igual que nosotros iba con su esposo, así que nos juntamos en la misma mesa. A esa misma mesa se integró otra pareja mas grandecita que nosotros. Todo iiba perfecto, iniciamos plática, reíamos, ellos bebían y nos conocimos, hasta que vieron mi panza e inició la conversación alrededor de ella y de todo lo que nos espera a la llegada de mi bebé.

Inició todo muy bien, algunos consejos rescatables como el de no crearle necesidades a los hijos, totalmente de acuerdo, como por qué comprar la cuna, la carreola o la silla más cara del mundo cuando no hay necesidad. Para mí los niños no necesitan tanto gasto, sobre todo cuando el artículo que te cuesta barato te va a dar el mismo servicio que el más caro. Ellos ni conocen la diferencia, mejor invertir el dinero en un fondo de ahorro para pagarle los estudios a tus hijos, o invertirlo en pagarle a una persona que te ayude con todo el trabajo que implica el tener un hijo o dos. Eso para mí lo vale, no una carreola de 60mil pesos.

Lo que si ya aburrió fue que entraron en temas de pareja y que resultó que ellos iban en la segunda vuelta. Ella se divorció  de su primer esposo, pues además de haber sido su novio desde los 14 años, se había casado muy joven con él  (no me pregunten de qué edad) y rápido decidieron tener familia, 3 hijos varones. Resulta que terminaron porque él le fue infiel. Ella me decía que  jamás dejaría que su esposo tuviera una socia (cosa que el mío si tiene y aparte es guapa), me decía que hasta la asistente que le contrató a su actual novio, era lo menos agraciada, cosa que, la verdad y acá entre nos, nunca ha sido mi preocupación. Yo tengo la teoría de que si tu hombre te es infiel, te será infiel hasta con la más fea, eso es una enfermedad o de plano porque le gustan ese tipo de emociones. 

El caso es que ya llegó un momento en que yo ya bostezaba de tanto consejo y digo, no está mal que te aconsejen y que la gente te quiera ayudar, pero... todos los consejos se basaban en experiencias que a mí ni me han pasado ni me preocupan. Como es el caso del esposo infiel.

Es chistoso como te ven como una pareja "joven" y todo mundo te quiere dar consejos, pero creo que eso es muy de latinos, como que de otras nacionalidades les vale si te llevas bien o mal en pareja o si duras o no toda la vida, aquí deseamos que quienes se casan vivan felices para siempre y pues sí, ¿quién no?

En cuanto a las opiniones que he recibido de parir natural, hay quienes te asustan que si te vas a volver incontinente o que ya no le darás el mismo placer al marido, que duele de lo mas horrendo y que al dar pecho, tus boobs caerán y que también duele, que se agrieta la piel y que a veces sangran. Yo he leído que mucho depende de cada persona y de cómo te cuides. En el caso de que si te vuelves incontinente o si ya no le darás placer al marido, para eso existen los ejercicios Kegel, que fortalecen los músculos de la vagina, y tengas o no hijos, debes de hacerlos rutinariamente. Y acerca de los pechos, yo desde el 5to. mes, que es por ahí entre la semana 18 y 21, empecé a ponerme un bálsamo para pezones para ir humectando esa parte y que a la hora de amamantar no sea tan doloroso, aunque estoy advertida de que el dolor no se quitara por completo :( espero no me vaya tan mal.

Aunque no todo sea del agrado de una, creo que hay que ser selectivo en los consejos que te dan, porque no todo le acomoda a una, así como la moda, hay cosas que no te van y hay otras que se ajustan a la perfección contigo.

Y yo no sé porque la gente es muy contradictoria, en cuanto saben que ya tienes un novio en puerta, inician las preguntas de ¿cuándo se van a casar? te casas y luego inician con la siguiente pregunta ¿y para cuándo el bebé? y ya cuando estás en el proceso, inician el asustarte con todo lo que rodea la llegada de un bebé, que si no vas a dormir, que te vayas acostumbrando a los gritos, que tu casa nunca volverá a estar limpia, que aproveches los momentos de silencio, que el organizar su fiesta de cumpleaños es una chinga, que si nunca tendrás tiempo para tu pareja, que por culpa de los hijos una anda en fachas siempre, que ya no habrá tiempo de ir al cine, y obvio para salir nunca de casa, que te pondrás gorda, que te crecerán los pies, que tu pelo dejará de crecer y se volverá delgado, bueno, una serie de cosas, que una se pregunta ¿en qué me metí? Porque a la gente le encanta asustar, si de por si una anda en mundo nuevo, le decía hace poco a una amiga que sentía, como si me hubieran aventado a un lugar oscuro donde no sé como salir, ni sus dimensiones ni si hay desniveles o si esta en planito. Solo se reía pues ella decía “eso que sientes, creo lo sentimos todas”, y si lo sentimos todas, como por qué seguir en el buleo de todo lo que dejarás de hacer por una criatura, de todo lo que te perderás por ella.

Lo que si me queda claro es que cada quien sufre a sus críos como le da la gana, pero ya veremos cuando llegue esta bebé a este hogar y se los contaré con felicidad o con amargura.

¿Ustedes que opinan?



jueves, 28 de mayo de 2015

De como me siento a estas alturas...

Me encuentro en la semana 23 y según la aplicación de babycenter me faltan 116 días para estar en el parto... ¡Madres! que fuerte, la verdad es un tema que entre que me emociona, pero me da miedo, pues es algo desconocido para mi que ando estrenando en el tema de la maternidad. Mis doctores todos dicen que voy muy bien y la gente que me rodea al igual, me dicen que me veo muy bien para tener las 23 semanas de embarazo.

Que aunque estábamos planeando el embarazarnos mi marido y yo, recientemente nos mudamos a un departamento nuevo, y ¿por qué no? Decidimos vender todos nuestros muebles, incluyendo la cama, grave error pues ahora con esta panza que mide ya 96cm de circunferencia, es un show acostarme, si, ya sé... para el próximo mes o  tenemos cama o me quedaré dormida en silla :(

Pero pues sí, todo cambia; cambia que me veo al espejo de frente y no me siento tan mal, pero me veo de lado y me siento un bodrio; ya mi cadera se va abriendo con un diámetro de 106cm, que, siendo positivas, ese diámetro de cadera lo tenía cuando era una gorda y no por bebé, si no por comelona.

Lo que mas temo es que mis zapatos ya no me queden, pues dicen que te crece el pie y no regresa a su estado natural, otras dicen que te crece en el embarazo, pues se hincha; yo espero que ninguna de las dos me pase. Si, soy muy fan de comprarme zapatos y tengo algunos que no uso con tanta frecuencia pero que amo.

Mientras me mantengo haciendo un poco de caminatas y ejercicios de poco impacto, tratando de comer frutas y verduras, pero sin limitarme a uno que otro antojo que me da por gorda.

Extraño que al principio de mi embarazo me despertaba a las 5:30 de la mañana por la pipí y ahora me estoy despertando en mis horarios normales, entre 7:00 y 8:30 de la mañana, una delicia, pues me duermo entre 9:00 y 10:00 de la noche, me aviento mis buenas 10 horas de sueño, y con eso de que dicen "duerme, duerme" pues yo duermo y duermo. Bueno, a veces me sigue despertando a esas 4:00 o 5:00 de la madrugada por la pis, pero creo que mi cuerpo ya se acostumbro a deambular hacía el baño a hacer mis cosas.

Quien sí la sufre un poco es Lola, mi perrita chihuahua que tenemos desde hace como 3 años, quien ha sido como nuestra primer hija y a quien tenemos tan consentida que ni ella se la cree. Pobre, cada que me levanto ella despierta conmigo y ahora duerme más de lo común. Un día la saqué a pasear a las 7:00 de la mañana y me veía con ojitos de odio, se los juro.

Pero bueno ya me informe de qué se debe de hacer para cuando llega un bebé y se tienen mascotas. Básicamente es que si quieres a tu mascota como un hijo, le des trato como de hermano mayor, obvio no le vas a platicar, pero sí a dar a que huela todas las cosas nuevas del bebé, para que en el momento de que llegue el bebé no lo tome por sorpresa y claro, no restarle importancia a tu mascota. Les digo, como si fuera hermana mayor. Da tristeza enterarse que algunas personas se deshacen de sus mascotas, o que algunas tristemente mueren de tristeza por la llegada del nuevo bebé, pues ya nadie las toma en cuenta. Triste pero cierto.

En este tiempo transcurrido, no me puedo quejar, pues en mi primer trimestre no tuve desagradables malestares como vómitos o mareos, y sigo queriendo al marido, cosa que, platicando con una amiga, me cuenta que no le pasó, pues dice odiarlo ahora y no quiere ni que se le acerque. A algunas hasta el olor de los maridos les causa asco; pobres maridos... Siempre le digo al mío que debería estar agradecido por tener una mujer no tan loca, jaja

En este segundo trimestre, ahora sí me siento embarazada, pues botó la panza. Como les contaba, me ha costado trabajito acostumbrarme al bulto que sobresale de mi vientre, pero lo que sí puedo decir es que está padrísimo sentir los movimientos de mi bebé y que a veces esa pancita se deforma por la posición que tiene ella dentro de mi. Y aunque desde el primer trimestre ya platicábamos con ella, ahora lo hacemos más y más seguido, poniéndole música y cantándole composiciones que me invento. Dicen que nuestras indígenas acostumbran hacer eso con sus hijos, bonito ¿no? Y yo, pues les copié la idea.

Entre varios cambios que vienen a mi cuerpo y a mi sentir, he leído que es importante esto de disfrutar este trimestre, pues es el menos incomodo, ya que los últimos 3 meses están de lo peor por el tamaño de la barriga y por más cambios que se presentan. Les diré que ya no quiero leer tanto, pues a veces te dicen que pasarán cosas y nada de nada, no pasan.

Otra de las cosas que me he acostumbrado, es a vivir sin alcohol que aunque si bien no era alcohólica, sí me encantaba irme con mi marido a catas y cenas en la noche, cosa que ha cambiado pues aunque varias personas afirman que una copita no hace daño, escuchando en la radio comentaban que sí, en efecto no hace daño, pero que pensáramos que el cerebro desde que se concibe la criatura se está desarrollando y termina hasta que tiene 21 años, entonces ¿Como para qué tomar? Se escuchara súper ñoño de mi parte, pero mejor tomo agua. Digo, mucha gente lo hace y sus hijos son de lo más normales. A mí el tema del alcohol en los hijos me da no sé qué, y es que a los borrachos necios quién los soporta, una cosa es ponerse "happy" y otra es ser el intenso de la fiesta que todo lo arruina... o será que me está pegando la edad, me pregunto.

Lo que si es que he dejado de hacer varias cosas que hacía con frecuencia, como comer Valentina o cosas demasiado grasosas sin limitarme, también he dejado de tomar cosas light, por aquello de los endulcorantes y quimícos, dejé de ponerle Splenda y Stevia al café que ahora es descafeinado, y aunque ya no bebía refrescos, sí he mantenido la filosofía de si se me antoja mucho mucho, me lo doy porque si está cañón limitarse de tanta cosa, y también depende del doctor que te esté llevando y de sus recomendaciones. Como leí en algún blog por ahí, hay que dejarse llevar por los instintos, finalmente somos animales y todos tenemos un instinto o algo que te dice por aquí sí, por aquí no.


Y así los cambios que he tenido durante mis 23 semanas de gestación, y espero al final de este embarazo estarles contando mi experiencia y creo que, dentro de todo, hasta ahora no me ha ido tan mal.